Cartas



De Miguel


Testimonio de Prisioneros de la DINA 5 Octubre 1974


Fragmentos de Carta de Miguel


A su Hijo


De su Hija


De sus Hijos 1991




De Miguel


"Juro que si he de escribir o hacer algo en la vida
será sin temor ni pusilaminidad; sin horror al que dirán;
con la franqueza que salga de mi cerebro;
que ha de ser libre de prejuicio y dogmas.
Si no soy de constitución valiente,
me haré valiente por la vía racional."

Miguel Enríquez
Concepción, 1 de enero de 1962





Alguien levanta la mirada
y sus labios entonan
suavemente una tonada.
los prisioneros se yerguen y la siguen.
poco a poco aumenta la música
y se estrecha el círculo de manos.
"La internacional" retumba en la casa
José Domingo Cañas.
un suspiro, un redoble de murmullos
se propaga de oído en oído:
Miguel no ha muerto..
.

Testimonio de prisioneros de la DINA 5-10-74





Fragmento de carta de Miguel

...y si llegara un día que no busco ni espero y blanquearan al sol
estos mi pobres huesos
quiero que sepa, amiga, que quienes yo más quiero
son mis hijos y que a ellos me debo
que escogí el camino por eso me ausento,
que pude hacer dinero y que no me arrepiento
que deseché la idea por luchar por mi pueblo
que las revoluciones tienen un alto precio
pero no se lo diga a mi hermana o mis viejos;
no quiero que ellos sufran
debo irme en silencio...





A Su hijo, Marco A. Enríquez

Te advierto que no serán los rudos inviernos,
los eternos grises tampoco,
los que en alguna de mis cinco esquinas,
donde reine la simpleza, harán madurar todas las cosas en su tiempo,
ya que este, no es traidor, no revela secretos.





De Su hija, Javiera A. Enríquez

Padre,
hoy quisiera romper el concreto que te guarda
sacar tus huesos
aullar tanta rabia
la impotencia infinita
escucharte, abrazarte
sentirte vivo
Padre, no lloro tu muerte
Lloro tu ausencia.





A Miguel de sus hijos.
5 octubre 1974 - 5 octubre 1991

Hemos querido a través de estas fotos y palabras mostrar, que a pesar de que cada día se
vuelve más lejano el 5 de octubre de 1974, él está presente.
Y, aunque es muy difícil para nosotros entender los hechos que significaron su
muerte, queremos decir que nos enaltece profundamente reivindicar su memoria.
Son tantas las cosas que el nombre de Miguel reúne, que referirse a él, no sólo es
hablar del revolucionario consecuente, del estudiante, del combatiente, de una
enorme voluntad de rigor, de análisis político, de disciplina y devoción total a la
lucha del pueblo, de los pobres.
Miguel trasciende las fronteras de Chile, de América Latina y de un rojo y negro.
Hablar de Miguel es también hablar del joven, del amigo, del padre y del hombre que
amaba la vida.





Volviendo a Homenaje

o siga a discurso de Miguel en el Caupolican


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