La revolución de los pobres y marginados
es principalmente una propuesta moral
que se recrea día a día en la dura realidad
porque la moral de la revolución
no pertenece a otros mundos sagrados
padece necesidades y sufrimientos
es individual y colectiva
está hecha de solidaridad y de amor
está hecha con la carne y los huesos del pueblo trabajador.
El hombre nuevo
el de la futura sociedad
hoy camina por la calle y los campos
mal alimentado y peor vestido
cansado mañoso y un poco alcoholizado
pero sin ninguna duda con una estatura moral
que jámas alcanzará un explotador de oscura conciencia
mimado por los privilegios del poder.
la nueva sociedad y el hombre nuevo
han estado siempre presentes
en todas las manifestaciones de una cultura marginal solidaria
antagónica con el sistema de dominación.
La moral revolucionaria
tiene una existencia real en la historia del pueblo trabajador.
Porque los pobres y marginados del mundo
no han usufructuado de la explotación del ser humano
para envilecer su vida con privilegios y prevendas.
El sencillo pan de su mesa
lo comparten con manos duras y limpias
que sólo conocen el sudor y el trabajo.
Porque los pobres y marginados del mundo
no han organizado las guerras
para avasallar a los pueblos
para saquear los continentes
para aniquilar la vida en los territorios ajenos
y si han muerto más de una vez con las armas en la mano
ha sido sin ninguna duda
en defensa de la sencilla dignidad del hombre.
Porque los pobres y marginados del mundo
no son los propietarios de las chimeneas que ensucian el aire
de los barcos - factoría que devoran el mar
de los ingenios mineros que empobrecen la tierra
y si son hermanos de la tierra el mar y el aire
hermanados por la común agresión criminal del capital.
La propuesta revolucionaria hoy
es sustancialmente una propuesta moral
porque los pobres y marginados del mundo
han tenido en la historia de la humanidad
una estatura moral gigante.