5. La recuperación de las reservas culturales



La revolución del próximo siglo
no será posible si no somos capaces de desarrollar
una nueva relación con nuestros hermanos de los pueblos originarios
porque ellos ya no están dispuestos a transar una vez más
los logros alcanzados en los procesos de recuperación de identidad
de fortalecimiento de su independencia
de reconstrucción de sus particulares nacionalidades.

Porque ellos por estos días
están librando las últimas y definitivas batallas
por el derecho a existir.

El proyecto globalizante y uniformizante de la modernidad
se levanta como el más feroz enemigo de la diversidad étnica
como el más feroz enemigo de la diversidad cultural
cada nación cada pueblo cada cultura
que la modernidad devora
para estampar el sello de la explotación
la inmoral lógica de la ganacia privada
desprovista de valores sueños y dioses
resta fuerzas en forma definitiva a la cultura universal
empobrece para siempre la historia futura de la humanidad.

Hoy ya no está entre nosotros
el navegante Kawaskar
sencillo canoero de nuestra geografía austral
que sin conocer los signos de la escritura occidental
supo descifrar los signos de la naturaleza
y tuvo un conocimiento profundo
del clima las mareas y las distintas especies del mar
su sabiduría ancestral ya nos fue negada
la cambiamos por un poco de madera una hacienda
o un miserable centro comercial.

Hoy ya no está entre nosotros
el cazador de huanacos
el que supo conjurar los eclipses de luna
el que puso como collar a un pájaro
el condón umbilical de su hijo
para que jamás perdiera su indomable libertad.
El último selknam
el último habitante originario de Tierra del Fuego
murió unos metros por delante de la carabina
del rumano Julius Popper
abominable cazador de hombres
contratado y pagado por los estancieros ovejeros
que colonizaron su territorio insular.

Cambiamos la hermosa existencia
de uno de los pueblos más dulces y sabios de nuestro país
por un lanar.

La revolución del próximo siglo
la de todos las naciones y etnias
no será posible si no somos capaces de contruir una sociedad multiétnica
fundada en el derecho a la autodeterminación de los pueblos
no será posible si somos capaces
de arrasar con las fronteras políticas trazadas por el capital
para recuperar el sueño de Bolívar
y construir una América nueva que florezca en su diversidad cultural.


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