El estado chileno históricamente a constituído su nacionalidad
en torno a los intereses de grupos o sectores sociales
que no son las mayorías pobres del país.
La historia de nuestra nacionalidad
es la historia de la clase dominante y sus aliados
es la historia del devenir del capital en su inexorable desarrollo
dejando su dramática huella de miseria marginación y despojo
la epopeya de la colonización
(¿origen de nuestra nacionalidad?)
con la fusión de las razas, la piadosa evangelización, y la madre patria
el genocidio de los pueblos, el despojo de las culturas y para los sobrevivientes
la esclavitud con el nombre de “encomiendas”
Nuestra independencia
fue la consolidación del poder de los terratenientes criollos
y para el pueblo unos cuantos símbolos patrios
más una larga era de servidumbre e inquilinaje
la Guerra del Pacífico
el segundo gran orgasmo de la chilenidad
con la bandera al tope, los 77 de la fama y Prat
fue tan sólo la conquista del salitre para ingleses
y para el hombre común la muerte en la guerra
y después la ficha, el cepo, la superexplotación en el ingenio minero
el cobre chileno
orgullo de esta nación libre y soberana, vencedora jamás vencida
recién a fines de la década del 60 comienza en parte a ser chileno
cuando el Estado compra el 51% de los derechos de propiedad
sobre los yacimientos existentes en su territorio
a la fecha explotados por el capital extranjero
La pobreza en Chile ha desafiado irreductiblemente el tiempo
los regímenes políticos y las estrategias de desarrollo
el mayoritario fondo de la historia del país
compuesto por los pobres y desamparados no han tenido cabida
la nación que han construído y destruído sus patrones
Su proyecto de país su realización como nación
la síntesis de sus necesidades y sueños
de su arte su trabajo su sabiduría y su moral
está pendiente.
