EL DESMORONAMIENTO
DEL SOCIALISMO BUROCRÁTICO
ES EL FIN
DE UN CONCEPTO GLOBALIZANTE
DE REVOLUCIÓN

Si hay un hecho verdaderamente significativo y trascendental
al final del ciclo internacional de la lucha de clases que concluye
es la imposibilidad de seguir sustentando
un proyecto revolucionario globalizante
apoyado en la uniformidad del pensamiento y la acción revolucionaria

La caída de los socialistas burocráticos representa en este sentido
el agotamiento final de una idea de revolución
que determinada por su momento histórico
se sintió con la legitimidad y necesidad de imponer
un proyecto revolucionario a nivel mundial
generador de una ideología y una política uniforme y universal

El socialismo burocrático y el capitalismo
desde este particular punto de vista
representan el desarrollo alternativo
de dos vertientes del pensamiento universal arrancadas de una raíz común
sustentadas ambas en una visión del mundo
que propone la subordinación del hombre y la naturaleza
a un proyecto globalizante y uniformemente universal

En el plano internacional
el derrumbe de las experiencias socialistas
representa sin ninguna duda la pérdida de uno de los logros más importantes
que las fuerzas del progreso social haya logrado construir
sin embargo representa también
el agotamiento de una concepción globalizante de revolución
que cegada por la sacralización del interés colectivo
no pudo reconocer las diferencias particulares del ser humano
no pudo reconocer la enorme diversidad social y cultural
de los pobres del mundo
y su derecho a la autodeterminación

La sobrevaloración del pensamiento obrero
en la ideología y la política
dió forma a un proyecto universal de cambio social
que construyó respuestas uniformes para realidades diversas
poniendo limites al pensamiento propio de los pueblos

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